sábado, 17 de octubre de 2009

Adiós, Andrés.

La forma en que conocí a este señor, porque Andrés era un verdadero Señor, con mayúsculas, con sus pajaritas, su chaleco impecable, fue totalmente fortuita, pero aunque nunca llegamos a vernos cara a cara, estoy convencido de que me hubiera encantado mantener una conversación con él.

Debía de andar yo por los 12 o 13 años, ya hace un rato de esto, (un buen rato) y me encantaba el deporte de la canasta; además como en otros tantos aspectos de mi vida, quería aprenderlo todo sobre este deporte, así que como mi tía tenía canal+ por aquel entonces, le hacía grabarme (gracias tía) en aquellas cintas vhs que ya nadie usa, los partidos de la nba, que tenían lugar muchas veces de madrugada y aprovechaba a mediodía para ponérmelos en el vídeo y no dejar ver a mis padres las noticias (gracias papás).

Era la época de Michael, la era en la que hacía 45 puntos en un partido y se tiraba hasta las zapatillas... , la época en que este señor que había estado a punto de no jugar en su instituto de North Carolina, se retiró primero, para luego cambiar el mítico 23 por el 45 y volver de nuevo. Los tiempos en los que nike tenía una línea de zapatillas exclusiva de este señor y que todos los niños nos moríamos por tener; y en verdad que J. fue un gran jugador, pero la forma en la que pudimos disfrutar de sus partidos no fue solo cosa suya, sino que Andrés tuvo mucho que ver, sin lugar a dudas.

Sentado junto a Daimiel nos contaba lo que estaba sucediendo en la cancha, pero al mismo tiempo nos hacía partícipes de lo que se hubiera podido sentir estando allí sentados, porque su forma de retransmitir los partidos fue singular hasta el día que se despidió de nosotros con el último oro de la selección española. Sus pausas en los partidos, referencias a un tango o al plato de jamón que había degustado con Iturriaga... Me alegro de que los juniors de oro lo ganaran, porque de seguro que a Andrés le hicieron muy feliz, se le notaba demasiado.

Ten por seguro que a muchos nos gustaría decirte hasta luego Andrés, pero esta vez me temo que va a ser un adiós, "porque la vida puede ser maravillosa", pero creo de verdad que sin estar tú entre nosotros lo será un poquito menos.




1 comentario:

  1. Pues creo que seria maravilloso no el hecho de vivir otra vez, algunos creen en la reencarnación, sino nacer de mayor vivir con la experiencia acumulada en toda una vida y acabar desapareciendo en el útero materno.

    Yo tampoco he tenido la suerte de conocer personalmente a Andrés pero sí al muchachote de
    Iturriaga y es un tipo encantador.

    Cuantas personas fantásticas pasan cada dia a nuestro lado e incluso las podemos tener junto a nosotros, por ejemplo en el trabajo, y no
    disfrutamos de ellas simplemente porque estamos tan ocupados yendo a lo nuestro porque la vida nos obliga a ir a lo nuestro que no
    tenemos tiempo de conocerlas realmente como son.

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