Estos últimos meses esta indecisión me ha producido cierto desasosiego, llegando finalmente, ahora que me encuentro más tranquilo, a algunas conclusiones, que expongo a continuación. No haberme movido ha tenido cuantiosas ventajas personales, en las que no voy a entrar aquí, así como algunas profesionales, tales como el evitar mucho estrés, viajes, presiones, etc.
No obstante ha tenido una clara desventaja, que hasta ahora quizá no había tenido presente. Otro de los resultados ha sido el dejar de conocer a tipos como Pedro Palencia, o a su famoso jefe así como el de Garrigós, e incluso la oportunidad de tener algún compañero como Benjamín del "aprendiz" de los que de seguro hubiera podido aprender mucho, así como haber tenido el placer personal de conocerlos... Esto es algo que echo bastante de menos...
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